La historia del wingsurf se remonta a 1986 cuando Tom Magruder presentó su "Arma del viento", una vela de giro libre que se monta firmemente en la tabla de surf. En los años siguientes la tecnología se adapta y vuelve al mercado una y otra vez en diferentes versiones y con nuevos nombres. El uso de las alas no se limita a los deportes acuáticos, también se utilizan para deportes de nieve, playa o tierra. Los nombres "Skate Sails", "Wind Skates" o "Kitewings" son hitos en el desarrollo. La mayoría de estas variantes tienen en común el uso de un marco rígido para estirar el ala, que también funciona como manillar o manija. [1]
La razón del éxito moderado de todos estos desarrollos es de naturaleza física: la fricción. Porque las alas lo suficientemente grandes como para impulsar una tabla de surf lenta y pesada, incluido el surfista, deben ser muy grandes, voluminosas y pesadas. Fue solo con la introducción del foil surf que el wingsurf experimentó un renacimiento, impulsado por la idea de la marca de cometas Slingshot de transferir la tecnología de fabricación del kitesurf al wingsurf: crear una vela de viento que sea inflable, compacta, liviana y económica al mismo tiempo ofrece suficiente propulsión, especialmente en combinación con cubiertas de aluminio.
Esta tecnología también convence al ícono del surf Robby Naish y a otros fabricantes conocidos que también están desarrollando alas inflables para el verano de 2019.
El Wing Foiling es un deporte acuático que combina el surf con foil con una vela[1]. Cuando se navega sin hidroala, también se le llama "wing surfing". El Wing Foiling consiste en manejar un ala suelta de la tabla y llevada con las dos manos mientras se está de pie sobre un hidroplano montado en una tabla de surf o stand up paddle. [2] El piloto aprovecha el poder del viento con una vela inflable portátil llamada "ala" para ser impulsada a través del agua en una tabla de surf montada en un hidroala. [3]